Las Marcas Ministeriales, Marca Magisterial
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LAS MARCAS MINISTERIALES
Los soldados que han estado en la guerra se les reconoce por las marcas de guerra, no importa a donde vayan, su honra se basa en ello y es un orgullo para ellos cuando las enseñan y cuentan sus vivencias porque sobrevivieron y vencieron en cada combate. Tu marcas te definen, no son los títulos ni lo que la gente crea de ti... Haz luchado y haz vencido cada combate... Así que ya tus marcas forman parte de ti...
Tus marcas de guerra cuentan tu historia mejor que tu mismo...
Gálatas 6:17 "De aquí en adelante nadie me cause molestias; porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús."
Por: Leidys Mosquera
Marca Magisterial...
En toda la historia bíblica siempre se ha hecho énfasis en que se debe enseñar, todos de algún modo debemos hacerlo y multiplicar la semilla haciendo discípulos, pero los que tienen el ministerio de la enseñanza deben ser altamente valorados y tomados en cuenta. Aunque se mencionan de último en la lista de los 5 ministerios en realidad son los principales dentro de la iglesia local y en su función dentro del cuerpo de Cristo son imprescindibles y vitales. Son ministros que viven dando más que recibiendo y la mayoría de las veces lo que reciben son desprecio y desconsideraciones.
Una de las marcas es el aprendizaje, viven aprendiendo, alimentándose de literatura de diversos temas, son muy inquietos y sus preguntas las resuelven buscando hasta sentirse saciados. No verás nunca un maestro que se conforme con poco, siempre anda buscando las profundidades en cada tema, lo que les produce desgaste de su vista y sus cuerpos pasando horas leyendo, de manera que son constantemente llenos de sabiduría. Cuando hablan no los verán emocionales porque conocen del tema, de manera que intentar corregirles puede ser algo cuesta arriba, se necesita sabiduría y autoridad de Dios para hablarles ya que algunos razonan de más o simplemente necesitan argumentos contundentes para aceptar lo que se les dice, tengámosles paciencia y ayudémosles sabiendo que nos dirigimos a una autoridad puesta por Dios, llena de mucho conocimiento y no son ovejas.
Otra marca es el dar, es evidente que siempre sentirán la necesidad de tener a alguien a quien enseñar y muchas veces son incomprendidos, rechazados, despreciados y hasta difamados por querer ayudar a otros. Si bien es cierto que hoy día se ha levantado muchas corrientes que desvían la Iglesia del Propósito de Dios, también estos ministros viven cada día vigilantes, exhortando continuamente para que ninguno de los suyos sea engañado.
Suele suceder que conseguiremos maestros como padres y madres espirituales que marcan las vidas de muchos a través de sus enseñanzas impartidas con esa Gracia de Dios que sólo El da, pero no todos los hijos e hijas espirituales son agradecidos con ellos ni les reconocen su trabajo aún viendo los muy impactantes resultados. Suelen sentirse frustrados, irrespetados, abusados, exprimidos y desilusionados viendo que a pesar de tanto esfuerzo diciendo las cosas la gente no les oye, y por más que busquen maneras de llegar a aquellos que son más duros de corazón, los resultados de sus acciones les hacen llorar, porque saben muy bien lo que sucede, y que para enmendar todas esas acciones erradas se requerirá más que sólo consejos, de modo que siempre llevan una carga pesada por las almas que les inclina a doblar rodillas y gemir por ellas.
Una marca fuerte es la práctica, como el mejor maestro es el que vive lo que enseña, siempre están sometidos a comentarios, son juzgados, perseguidos y tildados de falsos. Todo maestro sabe que todos estamos aprendiendo cada día a ser mejores hijos de Dios pero hay gente que a los maestros no les tiene consideración alguna, los creen perfectos y cabales en todo sin derecho a equivocarse, cansarse ni enfermarse, siempre les exigen más y más aunque nadie les tienda la mano, por lo que necesitan estar cerca unos de otros y apoyarse mutuamente en oración. Si tienes un maestro como madre o padre espiritual apóyale en oración y siempre que puedas hónrale.
Cuando ves a un maestro estás viendo una fuente de consejo y sabiduría, tienen que saber de todo pero también tener revelación de Dios, estos viven bajo presión cada día y aunque algunos no son pastores vivirán preocupados por la grey y su condición espiritual, oran y ayunan por la grey, buscando la medicina necesaria para lo que esté afectando, de manera que sus vidas son una constante guerra, expuestos a toda clase de ataques naturales y espirituales.
El carácter del maestro está constantemente siendo moldeado, al estar siempre dispuestos y abiertos a enseñar son trillados tratando con tanta diversidad de personas, pero algunas veces se les verá un poco imponentes y hasta mandones, su hablar es directo y hasta cortante pero con mucha altura, no siempre caen bien, son analíticos y con mucha personalidad, son firmes y decididos cuando están seguros en su proceder, perfeccionistas metódicos y planificadores, es común que se esfuercen por ser un gran ejemplo a seguir aunque no todos les sigan y siempre notarás que son muy ricos y fluidos en su hablar cuando se trata de enseñar.
Los maestros también son muy celados por Dios, es común que les aleje las personas que les puedan causar distracción pero los hace estar precisamente cerca de aquellos que más trabajo les pueden dar, la razón es sencilla, les mantiene enfocados en su llamado y funciones, siempre ocupados con tantas cosas, llevan una carga de trabajo increíble, por eso los momentos en que pueden estar solos es para investigaciones y para la intimidad con Dios.
Otra marca es el respaldo de Dios, son demasiado valiosos en la Iglesia, multiplicadores de semillas, equipadores del cuerpo de Cristo, pilares y guardianes de la verdad. Los hay de escuela dominical, predicadores y como parte de ministerios múltiples, según sea su especialidad, la posición honorable que tienen les hace recibir siempre recompensas de parte de Dios y ser muy protegidos por el Señor de modo que si alguno ha estado hablando mal de algún maestro, teniendo o no razón, mejor deje de hacerlo y arrepiéntase, pídales perdón pues son autoridad de Dios dentro de la Iglesia.
Ministros de la enseñanza sean fortalecidos en el Señor, su recompensa es grande en los cielos, sigan adelante cueste lo que cueste, el legado espiritual que dejan será mucho mayor que ustedes pero siempre serán muy recordados, ánimo… Dios les bendiga…