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La Paz que gobierna

"Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús." Filipenses 4:7.

"Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos" Colosenses 3:15.

Ilógica, sin sentido, incomprendida, pero poderosa la paz de Dios. Nos enseñaron la paz bíblica como un sentimiento y parte del fruto del Espíritu, pero la mayoría la entiende como un estado de ánimo o una tabla de salvación en momentos críticos, de la misma manera que buscan con entrega a Dios sólo cuando sienten que ya no hay más opciones, y esa sensación y comprensión limitada la asimilan de modo temporal.

La paz de Dios se diferencia a la paz que en el mundo se conoce por su tiempo de duración e impacto en el ser humano, la conocida en el mundo es momentánea lograda a través de situaciones y circunstancias produciendo un estado de ánimo de placidez y bonanza pero en lo que las situaciones y circunstancias cambian ya el clima no será el mismo, por lo tanto ya esa paz pierde fuerza y se desvanece; no obstante, la paz de Dios, ni las circunstancias o situaciones, incluso el estado de ánimo o la capacidad de comprensión total de las cosas pueden alterarla, no se desvanece ni pierde su brillo, por más que la golpeen no se irá.

Según Wikipedia la paz viene del “latín pax, definida en sentido positivo, es un estado a nivel social o personal, en el cual se encuentran en equilibrio y estabilidad las partes de una unidad. También se refiere a la tranquilidad mental de una persona o sociedad; definida en sentido negativo, es la ausencia de inquietud, violencia o guerra.”

Si tomamos a propósito las palabras resaltadas, podríamos resumirla como un estado que trae equilibrio, estabilidad, unidad y tranquilidad, lo cual incluye todas las áreas de la vida de una persona y la sociedad en la que vive.

El pueblo judío tiene por costumbre saludar con paz, Jesús mismo lo hacía: Lucas 24:36 “Mientras aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos y les dijo: --¡Paz a vosotros! (Shalom aleijem)”.

En el hebreo se le entiende como un estado de bienestar en su totalidad en cuanto a salud, provisión y el estar libres de temores; está asociada con el estar completo, restituir y pagar, es decir, lo que hoy día conocemos con estar a cuentas, lo cual implica pagar, dar y equilibrio del todo en el ser humano. Al pagar se cancelan deudas y se cierran ciclos dando paso a un nuevo tiempo con total libertad. Jesús en la cruz pagó por nosotros, pagó por nuestra paz, nos dio una nueva oportunidad, pero aunque ya pagó nosotros debemos honrarle eligiendo caminar cada día conforme a su Palabra para que su perfecta obra sea manifiesta en nuestras vidas, este día a día siempre requerirá sacrificios personales de cambios y muerte al “yo”, para que El sea exaltado, se dice fácil pero todos vamos perfeccionándolo en las pruebas y procesos de vida, a medida que caminamos vamos creciendo en ello, según el nivel de entrega búsqueda y cuán dóciles seamos en sus manos.

En el Antiguo Testamento, antes de Jesucristo, el pueblo ofrecía sacrificios de paz con el fin de estar a cuentas con el Creador, para ellos era muy importante, no bastaba el hecho de pagar la falta (robo, ofensa, muerte, etc) y por el agravio causado (restitución, una cuota parte extra según la falta cometida), sino que también estaba establecido en la ley ofrecer ante Dios sacrificios de paz, los cuales se dan luego de expiar pecados y pagar deudas. En el orden de los sacrificios esta de último con el fin de agradecer al Creador, una vez ya a cuentas con todos se acercaban en lealtad a El agradecidos por todo lo que Dios es y ha hecho (Lev 7.11-38). De modo que se emplea el pago a los hombres y a Dios, es estar a cuentas con los hombres, consigo mismo y con el Creador. No puede quedar asuntos inconclusos en esto, nada a medias funciona.

Muchos hoy día sólo ofrecen disculpas de boca y creen que basta con un estrechar manos y un abrazo, diciendo: “algún día te compro lo que te dañé y/o te repongo lo que perdiste ó peor aún simplemente perdón sin intención de reponen nada”, además no se acostumbra a dar un extra para compensar el mal momento; luego notan que sus corazones se distancian de esas personas y las relaciones ya no son las mismas.

De manera que de algún modo la paz va íntimamente ligada con el estar a cuentas y el dar. Podemos indagar y conseguiremos que quienes más dan, son los que más en paz están o buscan estar. Israel dentro de su ley tiene bien delimitado todo, cualquier estudioso de la ley podrá ampliar esto con mayor profundidad, pero por el momento continuaremos del siguiente modo.

Luego de la muerte y resurrección de nuestro Salvador Jesucristo, vemos que El nos ayuda a volver al cumplimiento con la ayuda del Espíritu Santo, el Consolador, el cual produce un fruto en nosotros que contiene esta paz, quien tenga el Espíritu posee su paz, es decir, la garantía de lograr ese estado de plenitud al ser guiados por El, esto implica un día a día de obediencia a su Palabra e instrucciones. La paz de Dios no es temporal, ni es un estado de ánimo, viene de su Espíritu; tampoco viene en medidas sino que a más lleno de El y a más rendido a su voluntad se experimentará más paz, es decir, un gobierno absoluto de nuestro ser y destino nos unirá más a El.

Gálatas 5:22-23 “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, PAZ, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.”

Juan 14:27 “Las paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.”

Lamentablemente nos hemos acostumbrado a ser superficiales y a ir a las carreras por la vida, pasando por alto lo que realmente es importante y duradero. En realidad, estar a cuentas con Dios(a plenitud aunque se este en proceso) y a cuentas con los hombres(en la medida de lo posible), nos da la certeza de tener la paz completa tan anhelada y poco entendida.

Cuando se te desea paz con un saludo o declaración, sea en hebreo o español u otro idioma implica desearte que puedas llegar a vivir en completa integridad tanto con tu Creador como con tu prójimo y contigo mismo, cuando alguno de los 3 no esta completo produce ansiedades preocupaciones y problemas... Dicen que no hay una mejor almohada que una conciencia tranquila, aunque en estos tiempos muchos ya no la oyen.

1-A cuentas con los hombres: si para lograr esa Paz necesitas pedir perdón, aunque el agraviado seas tu, si el único modo es humillarte, hazlo. Me enseñaron que perdiendo también se gana, ganas paz. Paga tus deudas, arregla tu relación con tus hijos conyugue y tu familia, no te olvides de los amigos jefes y vecinos. No lo hagas de boca, debes sentirlo de verdad, es decir, que todo sentimiento contrario en tu corazón debe ser desplazado de lugar por la paz, saca el odio rencor malicia malos entendidos y todo lo que haya producido las rupturas y lejanías, de igual manera proponte luego de pagar lo justo, también honrarles de algún modo, así verás qué sentimientos te surgen, si aún te cuesta o sientes algo es porque tienes que revisar mejor y limpiar más en ti, hazlo hasta que sea un ejercicio gozoso, luego síguelo haciendo en la medida que el Espíritu Santo lo ponga en tu corazón ya sanado, notarás que te unirás más a ellos.

2-A cuentas contigo mismo: muchos se siguen culpando por el pasado, malas decisiones, el engordar, un accidente que le dejó marcas físicas o tal vez el hecho de no lograr valorarse a sí mismo como quisiera o el sentir frustraciones por no recibir amor por alguna razón; arregla tu asunto contigo a la luz de las Escrituras usándola como el mejor espejo que te confrontará y traerá al diseño verdadero de vida, recuerda que esta escrito que amaras a tu prójimo como a ti mismo(Mateo 19:19) y si no estas a cuentas contigo jamás podrás estarlo con nadie más. Las experiencias de vida de muchos han dejado heridas, conflictos internos, autorechazo, baja autoestima, escudos y muros propios, etc, además que por generaciones las iniquidades pueden ser causantes de grandes males, todo debe ser tratado correctamente con la ayuda de las personas que ya Dios ha dispuesto en nuestro camino; toda confrontación duele e incomoda pero trae sanidad, vida y restauración. Ya no huyas al proceso ni a los médicos que El puso para atenderte, deja de una vez por todas de tratar de alejarlos de ti usando excusas, El te asegura una recuperación satisfactoria y recompensa por la obediencia. Déjate tratar.

3-A cuentas con tu Creador: por sobre todo arregla tu relación con el Padre Celestial, muchas veces creemos que con una simple declaración u oración arreglamos las cosas, es sólo una parte, El espera de ti un cambio de actitud y el esfuerzo por obedecerle sin reproches, aunque no se le entienda mucho. Un cambio de vida es más valioso que mil palabras sin acciones. Nunca te alejes del Padre sea cual sea la condición en la que te encuentres, El siempre te ayudará, no le huyas, a donde te metas llevarás el mismo problema y allá se te repetirán las mismas pruebas, hasta que al fin entres en el proceso de trasformación. Él es tu Padre y te conoce mejor que tu mismo, si por un momento te detuvieras a pensar cómo se sentiría El con tus pensamientos y acciones y qué podrías hacer para mejorarlo, lograrías encaminarte a una mejor relación con El. Recuerda, todo es de Él y para Él.

Para muchos tener la paz de Dios les trae problemas con familiares o con la sociedad, si no conocen al Padre es común que le huyan, por lo tanto rechazan todo lo que se le parezca, llénate de Él y te guiará en lo que debes hacer en cada circunstancia de tu vida.

Revísate por un momento, toma en cuenta que Dios es Omnisciente, Omnipresente y Omnipotente, trata de responder estas simples preguntas:

¿Te has dado cuenta de que de algún modo le huyes al Padre? Entonces aun no le conoces.

¿Puedes concluir que has huido a su proceso en alguna oportunidad? Aun no le conoces.

¿Puedes afirmar que has hecho muchas cosas a medias? Aun no le conoces.

¿Aun estas en conflicto con las circunstancias que te rodean? Aun no le conoces.

¿Te cuesta asumir que El sabrá cómo hacer cumplir sus promesas, pero las cumple? Aun no le conoces.

¿Has pensado que en tu estado El ha dejado de amarte o se ha alejado de ti? Aun no le conoces.

Búscale, conócele y verás como toda tu perspectiva de vida cambiará.

... ¿Quieres Paz??? ponte a cuentas

Cuando te pones a cuentas notas que todas tus emociones son desplazadas de tus prioridades, dejan de gobernarte, pierden poder y dominio sobre ti, porque a eso que más le prestas atención le das mayor prioridad y valor, por lo tanto termina gobernándote.

Muchos no han podido experimentar la verdadera paz porque, aunque logran ponerse a cuentas en determinados momentos, vuelven a recaer por no poner en orden los sentimientos, entendiendo como tales todo lo que puede abarcar los pensamientos y emociones, así como tampoco son tratados correctamente los asuntos espirituales, los cuales irremediablemente causan que vuelva a haber caos en el ser humano. Su Palabra debe penetrar de tal manera que parta el alma y el espíritu humano (Hebreos 4:12), es decir, que pueda discernir lo espiritual de lo natural y poner orden libertad y vida, ese equilibrio nos acerca al Padre porque nos permite ser gobernables por El.

Salmos 34:14 “Apártate del mal, y haz el bien; busca la paz, y síguela”.

Seguir la paz es buscar que gobierne nuestro día, no como sentimiento sino como estado y como la manifestación de Dios mismo, Cristo en nosotros nos da esa paz, la totalidad. Si lo tienes a El lo tienes todo, es decir, la paz en todas las áreas.

Así que ya no importa el clima, las tasas de las divisas de las naciones, los precios de los productos, quien este de presidente, quien sea el jefe directo, cuantos huracanes anuncien, si los servicios básicos funcionan o no, simplemente sabes que El esta contigo y esta en control, El se encarga de ti y sabrá como proveerte sustentarte y protegerte. Aunque tu alma se altere por momentos, esa paz tomará su lugar de gobierno y te aquietará porque sabes que El cumple lo que promete, y si mueres te iras con El, si aún faltaba algo que hacer en la tierra te resucita y te ayuda a cumplirlo hasta que sea la hora de llevarte con El, nada te mueve aunque te logre estremecer, nada te vence aunque por momentos te derriben, nada te detiene aunque te vean quieto, porque estas en El y El en ti, además podrás ver el resto del fruto del Espíritu obrar en ti con mayor libertad y esplendor en la medida que cedes el gobierno de tu vida en sus manos (Colosenses 3:15).

¿Qué te gobierna?

No sé tú… pero… Él es mi Paz.

¡Shalom!

…Leidys Mosquera…

Este artículo ha sido publicado en el blog:

http://leidysreina.wixsite.com/leidysreina/single-post/2019/01/13/La-Paz-que-gobierna

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